Thursday, February 25, 2010

El lado oscuro de ser periodista..

Para nosotros los periodistas es muy fácil criticar, juzgar, sopesar y concluir. Somos dueños de la “verdad”, de la noticia, del acontecer diario y hasta de la agenda de los poderes políticos. Todo esto y mas es un periodista, pero qué pasa cuando este lleva una vida tormentosa o secreta como le ocurrió hace pocas semanas a un periodista cuyo nombre no me acuerdo pero sí sé que es de la BBC porque el escándalo fue grande, tan grande como sólo puede serlo el confesar que ayudó a morir a un ser querido y ser parte de una cadena tan grande como esta.

Otros periodistas o presentadores como Ellen DeGeneris, han confesado ser homosexuales, bisexuales o haber mantenido pequeñas aventurillas amorosas fuera del matrimonio, y es ahí donde el precio de la fama va tomando otra connotación.

Ahora, habemos otros seres humanos sencillos pero igualmente complicados al ser periodistas que también tenemos algunos demonios, unos mas sencillos que otros pero demonios al fin y a veces escogemos esta profesión para domarlos o convertirnos en alguien aventurero, cualidad que seguramente en la vida diaria no solemos utilizar. En mi caso el ser periodista me ha permitido hablar con el Presidente, lanzarme de un paracaídas, escalar cascadas, entrevistar a las FARC y visitar lugares recónditos del Ecuador, cosas que como persona son muy difíciles de hacer sobre todo si te consideras un poco tímida. Por ello el conjugar las creencias personales con la estabilidad emocional es un factor determinante en la carrera y como parte de la famosa “objetividad”, sino bastaría recordar a una jefa de información que tuve hace algunos años y que insistió en que había cometido un error al haberme ido al Quinche y no haber reconocido a la liberación de una menor secuestrada en la localidad como un milagro de la Virgen, hecho que a mi punto de vista un poco escéptico no tuvo cabida en mi reportaje.

Ahora, no debemos negar que a veces cuando la balanza está un poco desequilibrada misteriosamente el periodista cambia de estilo y se convierte “ sin razón alguna” en alguien melancólico, misterioso, inquisitivo o mas cuestionador, sino pregúntele a Carlos Vera la diferencia en su forma de entrevistar cuando estaba molesto o cuando amanecía de buen humor.

Ser periodista te expone al ojo público, al triunfo raramente reconocido y a la derrota aclamada por muchos. Sin embargo es un oficio digno de seguir, gratificante que te permite evolucionar como persona, si tú lo permites.

Adjunto un link un poco chistoso para que se den cuenta lo difícil de ser periodista y cometer errores que quedan a la perpetuidad:

http://www.youtube.com/watch?v=klDrc2Q5DNk

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