Hay algunos que tienen alergias al trabajo, otros a los medicamentos y yo..a los picados de mosquito. Lo chistoso de esto es que la “alergia” se me desarrolla solo en caso que me pique un insecto en la Costa o el Oriente, así que ahora que me tocó viajar a la bella región amazónica de nuestro país no quedó mas remedio que hacer tripas corazón y preparar la maleta selvática porque un buen periodista así sea este 4 x 1 no se deja vencer por los pequeños detalles de la vida, que no te hacen débil sino simplemente diferente.
La maleta amazónica es sencilla: consiste en usar el mejor repelente de insectos que tenga el mercado, pastillas de complejo b para complementar la labor del repelente y por último unas tabletas antialérgicas en caso que el insecto haya burlando todos los controles previos y haya logrado su objetivo: picarte. Si lo hizo no entren en pánico y mucho menos intenten rascarse porque eso sólo ocasiona reactivar mas la alergia y tendrán una anécdota mas que contar que es parar en el hospital por un inocente picado de mosco ..
No pretendo asustarlos, simplemente aportar a que se tomen las previsiones respectivas y asegurarnos que en piel protegida no entren moscos .
Ps: si eres periodista mujer adjunta a la maleta antialérgica un par de jeans en vez de shorts ya que mientras mas cubierta estés, mas tranquila dormirás.
Este blog inició hace + de 5 años como una necesidad de transmitir vivencias periodísticas fuera del lineamiento de un medio de comunicación. Al pasar de los años, el lado oscuro del periodismo se ha ido transformando en relatos no contados de la comunicación, en vivencias sencillas que nos marcan, nos diferencian como personas y nos hacen definir una línea diferente al momento de relatar historias.
Monday, March 01, 2010
La gastronomía 2...el Puyo.
Lo logré! me comí un volquetero!!.
A un precio de 3,50 y con la desesperación de tener poco tiempo disponible y una sóla oportunidad para degustar a los años este rico y sano manjar llegué al kiosco de Ermelinda Ortiz, ciudadana oriunda de Zamora pero que desde hace 15 años vive en el Puyo y siguió la tradición de Homero Escobar, un hombre que con muchas ganas de trabajar según cuentan siguió un buen consejo de sus amigos los volqueteros de echar mas condumio a su platito de chochos y fue así como nació hace casi 2 décadas este plato que combina atún, chifles, cebollas, chochos, tostado y una buena gaseosa.
Pase toda una semana hablando de este platillo a mis compañeros de trabajo quienes gustosos escuchaban mis relatos hasta que llegó el día y el momento de la verdad y simplemente al ser mas carnívoros se echaron para atrás para probar mi menú y me dejaron disfrutar sola de mi pequeña aventura.
Era imposible no tomar una foto de este famoso platillo, sobretodo para demostrar la diferencia del antes y después y dejar por sentado así que aunque parece un platillo ”light” te llena de suficientes calorías equivalentes a un suculento almuerzo, el cual cuando es bueno y en suficiente cantidad te deja como a mi: con la barriga llena y el corazón contento :)
A un precio de 3,50 y con la desesperación de tener poco tiempo disponible y una sóla oportunidad para degustar a los años este rico y sano manjar llegué al kiosco de Ermelinda Ortiz, ciudadana oriunda de Zamora pero que desde hace 15 años vive en el Puyo y siguió la tradición de Homero Escobar, un hombre que con muchas ganas de trabajar según cuentan siguió un buen consejo de sus amigos los volqueteros de echar mas condumio a su platito de chochos y fue así como nació hace casi 2 décadas este plato que combina atún, chifles, cebollas, chochos, tostado y una buena gaseosa.
Pase toda una semana hablando de este platillo a mis compañeros de trabajo quienes gustosos escuchaban mis relatos hasta que llegó el día y el momento de la verdad y simplemente al ser mas carnívoros se echaron para atrás para probar mi menú y me dejaron disfrutar sola de mi pequeña aventura.
Era imposible no tomar una foto de este famoso platillo, sobretodo para demostrar la diferencia del antes y después y dejar por sentado así que aunque parece un platillo ”light” te llena de suficientes calorías equivalentes a un suculento almuerzo, el cual cuando es bueno y en suficiente cantidad te deja como a mi: con la barriga llena y el corazón contento :)
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