La gastronomía periodística

Para ser buen periodista se debe ser según el argot cotidiano 4x4. Eso implica saber que tienes que dormir donde sea, comer lo que sea, vestirte donde sea y verte bien como sea!.

En esta ocasión, he decidido darle un apartado especial a la comida:
Para nosotros los ecuatorianos es muy común degustar del hornado, la carne frita con huevo o una buena fritada, lastimosamente habemos seres que salimos de la regla y no podemos cumplir a cabalidad la fórmula de 4 x 4 y nos quedamos en un simple 4 x 3 y a veces 4 x 2...ya que nos gozamos de un buen paladar o somos vegetarianos frustrados..

Por ello frases como deme una chugchucara sin chugchucara o un hornado sin chancho nos resultan familiares para quienes hemos tomado una decisión distinta de vida al momento de comer, por no decir que la vida ha decidio que nos cae mal al estómago un delicioso mote sucio de Cuenca o un tradicional plato de Azogues: Periodista verde! vegetariana frustrada! esa soy! y como diría la muy aclamada y repetida novela mexicana..y a mucha honra!!..

El ser un modelo de fábrica 4 x 3 no es un problema si se sabe como manejarlo, es cuestión de llevar un alkaselzer a la mano, bolsa de agua con manzanilla y un infaltable gatorade para aliviar el dolor del día después que produce el no poder comer nada!, eso sí en provincias es mejor no tomar agua de botella, porque esa..también cae mal!.

Para quienes tengan la misma cualidad que yo un abrazo solidario y les recomiendo que si tienen que viajar a lugares netamente carnívoros como Riobamba, tomen la opción de unas buenas cholas de Guano, pancito inofensivo que combina con cualquier manjar.

Mañana parto para el Oriente, sueño con un plato típico y ecológico que hay en el Puyo que se llama volqueteros...suculenta comida que trae atún ( inofensivo) chifles ( también inofensivo si hay buen aceite) tostado ( bueno para el alma) y otras especies mas que solo quedarán para el recuerdo cuando vuelva a desgustar este exquisito manjar

El lado oscuro de ser periodista..

Para nosotros los periodistas es muy fácil criticar, juzgar, sopesar y concluir. Somos dueños de la “verdad”, de la noticia, del acontecer diario y hasta de la agenda de los poderes políticos. Todo esto y mas es un periodista, pero qué pasa cuando este lleva una vida tormentosa o secreta como le ocurrió hace pocas semanas a un periodista cuyo nombre no me acuerdo pero sí sé que es de la BBC porque el escándalo fue grande, tan grande como sólo puede serlo el confesar que ayudó a morir a un ser querido y ser parte de una cadena tan grande como esta.

Otros periodistas o presentadores como Ellen DeGeneris, han confesado ser homosexuales, bisexuales o haber mantenido pequeñas aventurillas amorosas fuera del matrimonio, y es ahí donde el precio de la fama va tomando otra connotación.

Ahora, habemos otros seres humanos sencillos pero igualmente complicados al ser periodistas que también tenemos algunos demonios, unos mas sencillos que otros pero demonios al fin y a veces escogemos esta profesión para domarlos o convertirnos en alguien aventurero, cualidad que seguramente en la vida diaria no solemos utilizar. En mi caso el ser periodista me ha permitido hablar con el Presidente, lanzarme de un paracaídas, escalar cascadas, entrevistar a las FARC y visitar lugares recónditos del Ecuador, cosas que como persona son muy difíciles de hacer sobre todo si te consideras un poco tímida. Por ello el conjugar las creencias personales con la estabilidad emocional es un factor determinante en la carrera y como parte de la famosa “objetividad”, sino bastaría recordar a una jefa de información que tuve hace algunos años y que insistió en que había cometido un error al haberme ido al Quinche y no haber reconocido a la liberación de una menor secuestrada en la localidad como un milagro de la Virgen, hecho que a mi punto de vista un poco escéptico no tuvo cabida en mi reportaje.

Ahora, no debemos negar que a veces cuando la balanza está un poco desequilibrada misteriosamente el periodista cambia de estilo y se convierte “ sin razón alguna” en alguien melancólico, misterioso, inquisitivo o mas cuestionador, sino pregúntele a Carlos Vera la diferencia en su forma de entrevistar cuando estaba molesto o cuando amanecía de buen humor.

Ser periodista te expone al ojo público, al triunfo raramente reconocido y a la derrota aclamada por muchos. Sin embargo es un oficio digno de seguir, gratificante que te permite evolucionar como persona, si tú lo permites.

Adjunto un link un poco chistoso para que se den cuenta lo difícil de ser periodista y cometer errores que quedan a la perpetuidad:

http://www.youtube.com/watch?v=klDrc2Q5DNk

El secuestro de un perro..

Han pasado exactamente 9 meses desde la última vez que pude ver a mi perro. Si pudiera multiplicar esos meses por las noches que he llorado por no tenerlo seguramente la cuenta se haría mucho mas larga.

Porqué una persona puede sufrir por un “simple animalito” seguramente será la pregunta de muchos y la respuesta es simple: porque los animalitos son nobles, se convierten en tu compañía y muchas veces en tus guardianes cuando los necesitas.

Quien tiene a mi perro, no importa. Su nombre ya no existe, simplemente lo tiene y como cualquier “ secuestrador” sabe que no puede darme lo que denominan “ mercancía” porque se quedan sin su fuente de chantaje económico o moral.. .Esa es la realidad a la que me enfrento y lo que hace que escriba este artículo, buscar la aceptación misma de que quizás nunca mas pueda volver a ver a un animalito que era mas que una mascota para mí, era mi compañía y fiel testigo de mi vida.

Del Tin guardo los mejores recuerdos, cuando lo ví por primera vez habían 2 boxers. Recuerdo claramente que con un poco de nervios al tener que decidir por la primera mascota de mi vida sacaron a 2 perritos para que los pudiera coger: el primero no me hizo caso, pero el tin muy inteligente, se acurrucó en mis piernas y nunca mas se separó de mi lado, claro que a medida que fue creciendo era chistoso ver como un perro grandotote se ponía en mis piernas mientras íbamos de viaje.

Al Tin le enseñé cómo jugar, aprendió que si lanzo la pelota por debajo de las escaleras debe correr para traerla, claro que nunca aprendió a hacer lo mismo de abajo para arriba.

De igual forma, le enseñé a llevar mi cartera y los bolsos, pero nunca aprendió a que debía llevar sólo el mío y él muy comedidamente se llevaba las carteras de todas las chicas que entraban a mi casa. Lo que si aprendió a hacer super bien es a robarse comida, el muy pícaro sabía como hurtar varios manjares como: tortas de chocolate, guaguas de pan con relleno o mas bien comerse el relleno y dejar el pan y por último comerse lo que queda del pavo de navidad, en eso sí era campeón.

La playa era su mejor descanso, corría por todo el lugar hasta llegar a Quito prácticamente en calidad de bulto. Lo mas chistoso era que cuando estaba en la playa sólo ahí parecía perro, porque empezaba a ladrar como loco si alguien se me acercaba y como buen guardián no toleraba a los borrachos.

Las historias son múltiples, el agradecimiento por cuidarme infinito, algún momento terminaré de contar esta historia que espero tenga un final feliz. Por lo pronto se quedará aquí en el papel, con la esperanza que algún momento vuelva a ser realidad.

La ética del amor..

Un artículo difícil de escribir, difícil de pensar, difícil de decir, porque no hay leyes donde buscar mas que las de la conciencia, no hay fuente a donde redimirse mas que la de la experiencia, no hay penalización para el quebrantamiento de sus leyes mas que la razón.

Si alguien me pregunta si alguna vez me enamorado seguramente la respuesta es sí.

Si alguien me pregunta si he violado las cláusulas de la ética del amor, también diría sí, o quien no?.

El amor, no tiene límites, no tiene fronteras y cuando existe de verdad, perdona y lo supera todo, así es el amor. Lastimosamente la realidad (llámese psicóloga) me ha ayudado a entender que para cumplir ese objetivo no hay mejor premisa que amarse primero a uno mismo para luego poder esperar algo de la ética del amor.

La ética es saber diferenciar entre el bien y el mal, pero a veces el amor le pone una venda.

La ética es saber que pase lo que pase tu sigues siendo quien eres, una persona con valores que da lo mejor de sí para alguien con quien has decidido compartir tu vida.

La ética del amor inicia por esto, por no olvidarse de quien eres, hacia donde vas y que por ninguna circunstancia podrás violar tus principios, solo bajo estos conceptos se puede asegurar que vas a ser sincero, honesto y leal con la persona que está contigo y que alguna vez juraste amar.

LA ETICA MEDICA..

LA ETICA MEDICA

En los últimos años el cambio de sexo se ha vuelto una constante, algo que casi nadie ya se sorprende en ver, en hablar y los mas atrevidos hasta sentir!.

Hace algunos años tuve la oportunidad de conocer a 2 personas que coincidencialmente se llamaban Giovanna, una de ellas nació mujer y luego cambió su nombre a Giovy y la otra nació Giovanni y luego la conocí como Giovanna, una estilista muy buena gente. Su vida al contrario de lo que los estándares o cánones pensados para los transexuales era diferente, personas “ normales” tranquilas, que no querían ni necesitaban llamar la atención, simplemente vivir.

Ahora, a parte de una decisión de vida que los transexuales toman al cambiar de sexo, alguien se han preguntado como lo logran?. El proceso no es fácil, son años de inyecciones, pastillas y tratamientos dolorosos, algunos inclusive deciden ir mas allá y cortar su vida biológica para crear otra nueva y es ahí donde entra la pregunta: donde queda la ética médica de quien los opera y casi los vuelve a bautizar?.

Recabando un poco encontré esta definición:

“La ética médica es una disciplina que se ocupa del estudio de los actos médicos desde el punto de vista moral y que los califica como buenos o malos, a condición de que ellos sean voluntarios, conscientes.

Tres son los principios que en la actualidad hacen las veces de leyes morales en Ética: autonomía, beneficencia – no maleficencia y justicia.

Si los valores morales del paciente entran directamente en conflicto con los valores de la medicina, la responsabilidad fundamental del médico es respetar y facilitar la autodeterminación del paciente en la toma de decisiones acerca de su salud.

Sin embargo, el "yo quiero que..." del paciente, no puede interpretarse como una orden de obligado cumplimiento por parte del médico. "Yo quiero que me practique una operación cesárea", o "yo quiero que me aplique la eutanasia", no obstante poder ser determinaciones coherentes con el sistema de valores y actitudes frente a la vida por parte del paciente, el médico tiene la obligación de consultar sus propios valores y principios, su buen juicio, para acceder o no a la demanda que se le hace. ”

La pregunta es: Quién se encarga de juzgar estos acontecimientos?

Cuáles son los límites de la ciencia? De la moral?.

El único caso público en el que ningún médico quiso apoyar a sus pacientes, fue cuando el “hombre embarazado” quiso realizarse fertilización in vitro, tanta fue la negativa que recibió la pareja que decidieron practicar este procedimiento en casa con tal de llegar a su objetivo.

Entonces, si hay la oportunidad de negarse por parte del médico, qué pasa con el cambio de sexo?, está legislado o regulado según las normas médicas permitidas.

Que sentirá o pensará el médico que hace cambio de sexo? Que significa para la medicina jugar a ser un arquitecto y reconstruir no solo un edificio sino una vida?

Muchas reflexiones, pocas conclusiones..varias incógnitas.