Dar gracias, un acto importante.

Cuando era chiquita mi mamá ( como cualquier otra) siempre debía recordarnos a mi hermana y a mí que era una obligación el dar gracias ante cualquier acto que otra persona hiciera a favor de nosotros como: darnos un regalo, invitarnos a comer o simplemente regalarnos una sonrisa.

A medida que fui creciendo, tomé como buena adolescente la opción de elegir y lo que era una obligación se transformó en una alternativa que poco a poco fui relegando e intercambiando por pedidos, inconformidades, quejas y muchos mimos, los mismos que a veces te hacen olvidar que lo que uno tiene no es precisamente mandato personal sino divino.

A los 20, seguí con ese trajín, buscando siempre más y olvidando de la gratitud que nos da el vivir en un clima cálido de Quito, lluvioso a ratos y el tener todo cerca. Todo era así hasta que un día ( hace no mucho) no tenía dinero, ni trabajo, enfermé y supe lo que no era perderlo todo de la noche a la mañana, inclusive la fé en uno mismo.

Si alguien me hubiera dicho hace casi 3 años que hoy estaría dando gracias por todo lo vivido y más, no lo habría creído, porque es sólo en la adversidad que uno comprende lo importante de dar gracias y es ahí donde se empieza a replantear lo simple que es la vida y lo necesario de dar gracias por una sencilla razón: existir.

Este año he tenido la bendición de tener 2 comisiones internacionales, tener al apoyo de mis compañeros, un trabajo muy bueno, el respaldo de mi familia y salud para salir adelante, siento que tengo un angelito que me cuida y me protege, un ángel que me ha ayudado a abrir las puertas del éxito a nivel personal porque sé que sólo dando gracias a la vida por lo que uno tiene, por lo que no y por lo que uno es, es cuando la luz en los ojos empieza a brillar y se recuerda que no hay cosa más linda que salir adelante y dar gracias por todo lo que uno ha vivido, porque sin ello, sin haber saboreado emociones fuertes de risa y el dolor, no sabríamos lo que es levantarse y sentir lo bueno de estar vivo.


Hay veces en la vida que las cosas no salen como uno quiere, sin embargo, no hay motivo para dejar de entender que la vida nos tiene reservado algo mejor y que es por algún motivo supremo que todavía no podemos tener lo que queremos ( llamese computadora mac, novio, novia o un viaje).

Sin más filosofía existencial, algunas cosas por las que quiero dar gracias, espero que ustedes también tengan mucho porqué agradecer:

- La vida.
- La paz emocional.
- El amor de mi familia.
- El amor por mi trabajo.
- El amor por mi país.
- EL shampoo nuevo que compré y que al fin me sentó bien!!
- Mi mascota que día a día me acompaña y me hace reir.
- Mi trabajo.
- El reconocimiento por la labor realizada.
- La salud que día a día me motiva a salir adelante y comer bien.
- Las oportunidades laborales que me han llevado a vivir lindas experiencias.
- El cariño de mis amigos.
- La perseverencia y la paciencia que he forjado a pulso.
- Las lecturas que tiene este blog y las notas que voy a recibir contandome sus historias.:)