El precio de ser borracho..

Muchas veces pensé en escribir un artículo como este para describir el precio de ser borracho y de no serlo pero es recién hasta hoy cuando encuentro una arista diferente y complementaria a las noches capitalinas, al frío de Quito, a las luces que se conjugan con unos cuantos marihuaneros paseando por la plaza y otros cuantos en busca de diversión.Si eres chica tienes "suerte" porque entras a cualquier hora y sencillamente te dan un trago gratis con tal de que te quedes y así se logra conjugar la magia del primer trago con el segundo, el baile, la bulla, la compañía, la música y el lugar. Te olvidas de la promesa de " solo uno" y caes en este enganche mágico de disfrutar sin pagar entrada. Esta es la lógica de la mayoría de ecuatorianos que hacen del chupe un equivalente a planes del fin de semana o a la diversión con los amigos. Pero qué pasa cuando alguien no puede tomar porque la vida le dice que si lo hace va a volver a sus adicciones? Sencillo, la botella de agua cuesta y cuesta mas caro que el trago!.

Para quienes siguen la fiesta y no tienen ese " problema" la noche continúa bien, se perfila sensual y movida bajo los gritos del DJ que llama a las chicas mas sexis a subir a la barra a bailar. A medida que la música avanza las mujeres van subiendo una a una a la barra y lo que parecía algo inocente que todos hemos hecho alguna vez en nuestra vida se convierte en un show de streaptease gratuito bajo la mirada expectante de todos. A lo lejos se oye nuevamente la voz del DJ diciendo " blusita blusita" y para mi asombro no bastó mas de 5 minutos para convencer a las damiselas de bailar en brassier y complacer a los visitantes del local. Este espectaculo no quedó ahí, siguió su curso cuando no conforme con esto el anfitrión las alentó a bailar en tanga y a subir de tono sus movientos; poco a poco lo que inició como sensual terminó siendo un bailecito al estilo cabaret y todo por un premio que no era precisamente el aplauso del público sino una botella de tequila para la ganadora y sus amigos que seguramente seguirán la noche, con otro show y en otro bar.