Era un martes cualquiera, terminé mi jornada de trabajo, dejé firmado todo lo que tenía que firmar e inmediatamente tenía que irme a mi casita a hacer armar mi equipaje porque no hay nada más rico que tener esa adrenalina de viajar a la madrugada, saber que estás cansado y falta un pequeño detalle: la maleta!
Llegué a mi casa un poco cansada, lista para descansar un poco e ir al día siguiente al aeropuerto con normalidad; lo que no contaba es que durante el camino iba a sentir unas punzadas horribles en mi pancita y que iba a terminar en el hospital recibiendo hidratación y haciendome exámenes para definir si era apendicitis o no.
Me hicieron toda clase de exámenes raros y engorrosos frente a una pregunta capciosa que empezó a circular por mi mente y que la hice extensiva al Doctor: si es apendicitis me puedo ir a México y me opera en 3 días?.Obviamente el Doctor casi me mata y me dio una breve pero entretenida explicación de lo que significa la peritonitis.
Ya cuando estaba casi lista para lo que se me venía ( posible operación,devolver el pasaje,viáticos, pagar multas, etc) me dijeron que podía irme pese a que mi problema era algo simbólico " no saco lo malo de mi cuerpo y todo se me acumula" ( que raro)y me dieron una sana y sabia solución al decirme: "coma fibra y no se quede con las cosas adentro" así que si el médico lo hizo tendré que hacerlo por salud y bienestar personal tal y como consta en la receta médica.
Ese día llegué a las 2h40am con mi santa madrecita a la casa y tuve 10 minutos para hacer una mini maleta de viaje, tomar mi cámara de fotos y embarcarme medio sombi al avión rumbo a Guadalajara, ciudad donde descubrí a través de un importante seminario de periodismo científico, que todó valió la pena y que con mucha fé y bastante apoyo se puede pasar del hospital al aeropuerto :)
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