Son 8 ya en la lista, 8 personas que han sido masacrados por una razón: su color de piel.
Son ecuatorianos que viven en New York quienes ahora enfrentan peligros ante el simple hecho de salir de su casa y por la compleja razón de verse como son: tez trigueña, ojos oscuros y una palabra: latinos.
He visto esto en las noticias una y otra vez y simplemente me canse de ser uno mas del montón, una persona que solo se escandaliza frente a un hecho que duele y va mas allá de la piel porque son nuestros hermanos y lejos de un simple discurso forman parte de una realidad que es difícil de entender para quienes no tienen familiares que han migrado en busca de un futuro mejor.
Me duele y siento esta realidad como mía ya que formo parte de una tercera generación de ecuatorianos emigrantes, que iniciaron en uno de los barrios más populosos de New York y luego se fueron dispersando por todo Estados Unidos.
Escribo esto porque creo que todos tenemos derecho a trabajar en el lugar que escojamos y porque la historia nos ha dicho que no podemos olvidar las consecuencias que trae el odio racial, lo mas paradójico de esto es que los grupos que propinan estas tremendas palizas a los emigrantes ecuatorianos son negros, si, un grupo racial minoritario y discriminado en el propio territorio que ahora defienden, sino recuerden la historia y la lucha de Martin Luther King hace varias décadas.
Es momento de pensar en las soluciones y aunque suene trillado considero que antes de lamentarse y tomar acciones ya cuando es tarde; porque la gente que fue en busca e un sueño americano ahora forma parte de una escalofriante cifra de emigrantes asesinados y no queda mas que “ayudar” a traer el cuerpo del occiso al país, (donde lo único que sirve los familiares es para llorar esta tragedia).
Es necesario levantar una voz de protesta ante un ataque que no es contra un ciudadano sino contra una raza y por ello nos incumbe a todos:
No podemos ver solo desde una ventana como matan a alguien por tener rasgos latinos y fingir que no es nuestro problema, resignarnos a decir “que pena” y seguir adelante como si eso nunca nos fuera a pasarnos a nosotros. Es nuestro problema y lo seguirá siendo si
Siguen golpeando a personas por como se ven.
Es nuestro problema si ahora se endurecen las leyes para los ilegales pero no hay políticas de prevención para la crueldad y el odio racial.
Es nuestro problema porque Estados Unidos es el principal lugar donde habita la comunidad latina y donde históricamente han obtenido poder de voto y de decisión.
Es nuestro problema porque ahora los ataques se dan contra ecuatorianos, pero mañana el odio puede golpear a tu puerta sin importar su raza y quitarte lo que más quieres.
Es nuestro problema porque el ser trigueño, de ojos negros y tener raíces latinas nos concierne a todos y debe ser sinomino de orgullo, de defensa y no de dolor.
Nota del editor; lamento la asusencia de tildes en los artículos del día de hoy ya que al momento tengo algunos problemas logísticos. Gracias por su comprensión ;)
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